No existe una sola definición de bienestar digital pero esto no quiere decir que no haya una idea clara del concepto. Por ejemplo:

"El bienestar digital consiste en desarrollar y mantener una relación saludable con la tecnología. Se trata de buscar formas de aprovechar la tecnología para que nos ayude a alcanzar nuestros objetivos, en lugar de distraernos, interrumpirnos o interponerse.

Tener el control de la tecnología nos permite aprovechar todo su potencial y disfrutar de todos sus beneficios".

"El bienestar digital hace referencia al modo en que la tecnología y los servicios digitales afectan a nuestro bienestar mental, físico, social y emocional. El objetivo es incrementar el bienestar digital a través de una tecnología que nos permita hacer un uso saludable de ella y nos ayude a mantener un estilo de vida sano".

Así pues, haciendo una reducción del concepto de bienestar digital, nos encontramos con dos elementos clave que son la combinación y equilibrio entre calidad y cantidad. Usar la tecnología para aprender, practicar un hobbie, hacer ejercicio, comunicarte con tu familia y amigos en la distancia…

¿Qué gracia tiene pasar horas mandando memes o a tus compañeros de al lado, o perderte momentos de tus hijos por estar viendo gente que solo baila y hace chistes? Cuando además, por detrás hay sobreexposición a anuncios publicitarios.

Internet ha permitido a muchas personas pedir ayuda y que otros se la ofrezcan, apoyándolos en todo el proceso.

Pero por otro lado, tendemos a ver de forma idealizada la vida de otras personas, a las que percibimos como modelos a seguir o personas de éxito, y esto afecta a la percepción de nuestras vidas. Es necesario entender que existe una realidad tras esas imágenes perfectas que vemos en redes sociales, una realidad en muchos casos muy distinta y que dista mucho de la vida cotidiana. Cultivar una relación saludable con la tecnología implica ser conscientes de los límites entre la vida en línea y la vida fuera de la pantalla.

Utilizado de forma constructiva, el entorno digital puede ayudarnos a mantener un estilo de vida saludable y ofrecernos herramientas adecuadas para ello.

Sin embargo, el sedentarismo es uno de los problemas de salud más importantes de la vida moderna. Por ello, es esencial encontrar un equilibrio entre el tiempo que pasamos frente a las pantallas y la actividad física. 

El entorno digital ayuda a conectar y descubrir otras cosas.

Pero también puede potenciar y fomentar opiniones extremistas y posturas agresivas con respecto a las opiniones «diferentes», o incluso favorecer el aislamiento social. Es necesario cultivar un uso responsable y consciente de las plataformas digitales. Fomentar el respeto, la empatía y el diálogo constructivo en línea es fundamental para preservar la salud de nuestras interacciones sociales.

¿Alguna vez te entra el pánico cuando no encuentras el teléfono?

¿Te pasas el día mirando las redes sociales para no perderte nada?

Si esto se ha convertido en un automatismo, sus efectos pueden ser negativos.

Esta falsa sensación de conexión cuando en realidad te hacen desconectar del mundo real y de tus propias emociones puede afectar profundamente tu bienestar emocional. Es esencial tomarse el tiempo necesario para desconectar de la constante estimulación digital y practicar una atención plena contigo mismo y con el entorno.

 

“Este programa está financiado por la Junta de Extremadura. Consejería de Economía, Empleo y Transformación Digital (Dirección General de Digitalización Regional), y gestionado por la Asociación de Universidades Populares de Extremadura (AUPEX)”